El gobierno de Venezuela ha emitido la criptomoneda Petro, basada en las reservas de petroleo que tiene el país, pero por lo que parece a Estados Unidos no le ha gustado mucho la idea y acaba de emitir una orden para prohibir cualquier transacción usando esta moneda. Sin duda un gran palo para Nicolás Maduro que tantas esperezas ha puesto en Petro.
Todo empezó el año pasado, en el mejor momento que estaban viviendo las criptomonedas, cuando Bitcoin y muchas otras doblaban o incluso triplicaban sus precios en pocas semanas. Eran meses donde invertir dinero en criptomonedas daba como resultado ganar grandes cantidades de dinero sin hacer nada y donde todos, desde grandes inversores hasta personas sin conocimientos en este sector ganaba dinero sin dificultad.
Nicolás Maduro vio una oportunidad para saltarse las sanciones económicas que tiene el país creando su propia criptomoneda avalándola con las reservas petrolíferas de Venezuela, que superan los 5.000 millones de barriles de petróleo. De esta forma pretendía atraer cientos de millones de dólares de inversores que dieran un poco de estabilidad a las maltrechas arcas venezolanas.
Por desgracias, para Venezuela, el departamento del tesoro de Estados Unidos no ha aceptado este movimiento, del que dice que es una forma de saltarse las sanciones que tiene el país. Por lo tanto ha decidido que el Petro sea ilegal y amplia las sancionas que tiene Venezuela a esta nueva criptomoneda, declarándola ilegal en Estados Unidos. Eso si, en el resto de países mientras cada uno no diga lo contrario podrá seguir siendo legal y usándose sin problemas.
Es un duro revés para Nicolás Maduro que contaba con convertir a Petro en una moneda de éxito, más aun cuando es respaldaba por los barriles de petroleo, algo que no pasa en casi ninguna moneda que suelen no tener ningún tipo de respaldo.
