La decisión final sobre la celebración del Mobile World Congress (MWC) de Barcelona pende de un hilo. La avalancha de fabricantes que han anunciado su no participación, ha hecho que los operadores que organizan el evento se planteen su aplazamiento o incluso su cancelación.
De momento, las administraciones abogan por la continuidad del evento y así se lo han trasladado al Consejo de la GSMA, que este viernes celebra una reunión de urgencia.
El coste que traería acarreada la suspensión de un evento que se espera durante todo el año, superaría con creces los 500 millones de euros. No estamos hablando tan solo, de las pérdidas directas que traería consigo a las empresas participantes, sino la economía de toda una ciudad que se nutre del evento anual de telefonía más importante del mundo. Los 500 millones de euros son tan solo una pequeña parte, de lo que supondría su cancelación. Se baraja por este motivo, la posibilidad de que su celebración se traslade a la primavera.
La noticia de este martes de una de las operadoras de no acudir a la cita, parece ser la gota que ha colmado el vaso. AT&T, principal compañía telefónica en EEUU, anunciaba el día de ayer su retirada. Miembro importante en la dirección de GSMA, es junto a otras operadoras como Vodafone, Telefónica o Deutsche Telekom las encargadas de que todo se desarrolle con normalidad.
Desde la organización se remarca que la reunión de este viernes, ya estaba prevista desde hace tiempo. Lo que seguro que habrá tenido que ser modificado es el orden del día, al hilo del revuelo levantado por las últimas deserciones.
El coronavirus es para muchos motivo más que suficiente para cancelar el evento. Otros sin embargo, como la Ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, pidió prudencia para que la desinformación y un diagnóstico inadecuado terminen por provocar daños.
De momento la agenda del Rey, que será el encargado de inaugurar el evento sigue en pie en su visita a la ciudad condal.
